lunes, 5 de septiembre de 2011

Cielo de Octubre

En ocaciones, nuestra mente y deseos actúan muy por encima de lo que nuestro cuerpo puede,dejando nuestros mas profundos deseos en simples sueños, y nuestras mas grandes aspiraciones en corrientes anhelos; haciendonos así presos por cuerpo y esclavos de nuestros pensamientos.

Pocas veces nos tomamos la tarea de pensar que seria de nosotros si voláramos a la par de nuestros sueños, si fuéramos tan alto como lo haríamos si fuéramos libres en un mundo lleno de criticas y poblaciones multitudinarias que van siempre pretendiendo cambiar haciendo lo mismo que sus iguales.
Estos jóvenes afanados por su vida de adolescentes, son impulsados por sus grandes sueños de mejorar y exponen todo su potencial en lograr esto, aunque esto también tenia el peso de todas aquellas personas incompetentes que piensan que es imposible guiaras por los deseos, y que para cambiar no solo se necesitan ideas, también requieren personas dispuestas y gente con suficiente valor como para enfrentarse a la presión que tendrán que soportar.
Aquellos jóvenes corrientes de un pueblo pequeño y olvidado, son arrastrados por el cambio y llevados a hacer lo que nadie se atrevía en aquel tiempo, ante todas estas personas incrédulas que no los apoyaban y que pensaban que estos simples juegos serian superados cuando fracasaran en los primeros intentos.
La presión social es un factor que en ocasiones nos obligan a actuar, pensar o decir como se suponen que deberían ser las cosas, dejandonos degradados a el punto de parecer ovejas detrás de un pastor, haciendonos sentir incapaces de mejorar y superarnos, y para un persona joven sentirse apoyado a veces es mas importante que el mismo hecho de tener una idea; y no sentir compañía ni ayuda de nuestro padres casi siempre puede llegar a ser muy desconcertante y triste, limita nuestras opciones y nos hace sentir que no vale la pena seguir.
Para los amigos debería ser importante apoyar en los sueños. Para un padre debería ser esencial. Una persona requiere ser alagada por lo que hace, cuando no es así, se pierde el anhelo, la motivación y el empeño... Así que deberíamos preguntarnos constantemente.... ¿Que sueños hemos dejado de cumplir por evitar dejar ser aceptados? ¿Hemos evitado que los demás alcancen su sueño?



Laura Manuela Zuluaga Ossa

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